Todavía tenemos mucho que aprender de la llegada de la Inteligencia Artificial. Sus tecnologías subyacentes tienen ya tres cuartos de siglo. Sin embargo, los rápidos avances de los últimos años nos han llevado a plantearnos preguntas urgentes sobre el inminente impacto de la IA en la sociedad y la educación. Desde un punto de vista optimista, el aprendizaje automático apoyará todo tipo de actividad humana, un paso más en la mecanización de la vida y la automatización del trabajo, con todos los beneficios que ello puede conllevar. Uno de los ámbitos del cambio será el propio aprendizaje, donde la inteligencia artificial puede asumir el papel de un pseudoprofesor. Sin embargo, desde una perspectiva más favorable, la IA también plantea grandes retos a la sociedad y a la educación. ¿Cuál es el futuro del trabajo cuando tantos empleos de la llamada "economía del conocimiento" serán automatizados, desde el trabajo jurídico al de diseño, pasando por la redacción de textos, la creación de imágenes o el desarrollo de software? En cuanto a la educación, ¿qué y cómo enseñaremos cuando la IA esté tan ampliamente integrada en tantos trabajos? ¿Qué partes de la profesión docente podrían automatizarse? ¿Las partes tediosamente didácticas? Con la omnipresencia de la IA, ¿cómo podemos saber qué partes de la respuesta de un alumno son suyas y cuáles se han generado con ayuda de la IA? ¿Tendrá importancia esa pregunta? Estas y otras cuestiones apremiantes sobre nuestro futuro social y educativo serán los temas clave del congreso de este año.