
Vivimos en entornos en los que la inteligencia humana y la inteligencia artificial interactúan continuamente, donde los datos, las redes y los algoritmos dan forma a cada acto de comunicación, aprendizaje y toma de decisiones. Esta es la condición ciber-social: un mundo en el que la tecnología no es solo una herramienta, sino un actor social que coproduce significado, conocimiento y valor.
En todos los ámbitos de la vida, la comunicación humana y los sistemas tecnológicos se han vuelto inseparables. Los datos, los algoritmos y la automatización ahora desempeñan un papel en la producción de significado y la organización del conocimiento. Este tema examina cómo las sociedades piensan, crean y deciden dentro de estas redes híbridas, lo que Cope y Kalantzis denominan la condición cibersocial.
La Red de Investigación de Tecnología, Conocimiento y Sociedad explora cómo evolucionan el conocimiento, la cultura y la gestión dentro de estas infraestructuras híbridas, preguntándose cómo se mantienen la verdad, la voluntad y la ética en medio de la automatización y la dataficación. ¿Cómo circula el conocimiento y gana legitimidad en sistemas cada vez más moldeados por la inferencia de las máquinas? ¿Cómo podemos mantener la ética, la agencia y la confianza cuando la tecnología está integrada en cada acto cognitivo? Esta corriente abarca la epistemología digital, la gobernanza, el diseño y el cambio cultural, y analiza cómo la condición cibersocial redefine lo que significa ser humano.
Celebrado en la Universidad de Saint Andrews, Escocia, este congreso vuelve al lugar que contribuyó a definir el concepto moderno del conocimiento. La Ilustración escocesa reimaginó la razón, la investigación y la educación como bienes públicos, basados en el diálogo, la curiosidad empírica y la responsabilidad social. Hoy, al entrar en la era cibersocial, revisitamos esos fundamentos con una nueva forma: distribuida, algorítmica y global.
Al igual que los pensadores del siglo XVIII buscaron conciliar el entendimiento humano con las ciencias emergentes y el cambio social, ahora nos enfrentamos al reto de mantener la ética, la creatividad y la comunidad en un mundo co-configurado por sistemas inteligentes.
En conjunto, estas corrientes invitan al diálogo sobre cómo podríamos construir un conocimiento centrado en el ser humano y ecologías de aprendizaje para la era cibersocial. ¿Cómo pueden las sociedades y las instituciones de enseñanza mantener el significado, la ética y la creatividad en la condición cibersocial?